lunes, 8 de septiembre de 2014

EL VUELO DEL BÚHO - Acordes Infinitos

Acordes Infinitos

Juan José Prieto Lárez

No hay nada que nos descomponga más el espíritu que una infausta noticia. Y uno nunca está preparado para recibirla. Esos asuntos del destino no los comprende nadie hasta que éste toca a nuestras puertas y vemos su rostro oculto, vemos sus ojos que no están, sentimos un frío que no existe, nuestra sangre pareciera congelarse aunque sigue recorriéndonos como encima de un velero desde donde no se divisa un puerto para anclar lágrimas. Los recuerdos llueven.

Unos días apenas han transcurrido de una mañana también que apenas nacía cuando supe que la vida de mi amigo Tulio Álvarez se había esfumado junto al atardecer del día antes. El aliento de sus años no quiso nutrir sus pulmones sembrados de acordes infinitos, ese alimento que asumió como vida y que nos llenó de satisfacciones exasperadas de mucha belleza interior, la que Tulio siempre llevó consigo. Las insolentes horas después de saber que sus cuentas estaban saldadas con la vida, fueron una pausa para rememorar los muchos instantes fundidos en nuestra colectiva razón por la música, pretendido camino que nadie como él supo sembrarse y cosechar frutos sorprendentes que lo plantaron a la talla de maestro, yo ando con mi bagaje de letras.

En nuestros años universitarios Tulio y yo fuimos inseparables, nuestro vínculo más intrínseco: un cuatro.

Nuestras gargantas recorrieron muchas noches de serenatas, muchas calles de parrandas, con alegría sostenida por la querencia, mediando por el cultivo de amar la música. Esta pasión asuntina halló en Tulio a ese guardián incansable plantando melodías como quien abre un surco de tierra y va colocando en su panza granos de ilusión.
Mi última conversación con Tulio tuvo que ver, como siempre, de un proyecto a una escala modesta de un musical, él pondría música a algunas letras que yo hiciera con la convocatoria a otros músicos de esta tierra para acompañarlas. Algunos intentos quedarán en la libreta de apuntes porque no serán las mismas sin Tulio y su talento. Queda La Asunción sin una de sus promesas con mayor proyección nacional en materia de composición, y es que Tulio fue un adelantado en esta materia por la visión modernista con que impregnaba sus piezas, no era solamente tocar cuatro o piano, sino que cada nota tuviera revestida de aires frescos, ingeniosos, prestos a participar de la renovación que cualquier creador está obligado a realizar.

Su partida fue sentida bajo la sombra de los viejos robles de nuestra ciudad, un canto de adiós fue entonado por muchos amigos para que su viaje al azul fuera untado de calidez, la misma que le profesamos cuando estaba entre nosotros. Adiós amigo, nuestras oraciones estarán contigo.



elblogdepey.blogspot.com

NOTA: QUEDA PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O COMPLETA DE ESTE MATERIAL, SIN CONSENTIMIENTO DEL AUTOR.


0 comentarios:

Publicar un comentario