Juan José Prieto Lárez
Ante el duro golpe asestado por la desaparición física
del Comandante Hugo Chávez, cada cual que guardara un episodio trascendente de
la vida política nacional acudió a él. Es que la memoria tiene recursos que se
agigantan y avivan mecanismos que nos permiten dilucidar estrechos vínculos
atesorados que cobran vida y hacen entender el compromiso de ser un patriota.
Gracias a los avances tecnológicos podemos recuperar información que hace
cuarenta años desaparecieron físicamente en el devenir del tiempo, de ese
ajetreo cotidiano que va relegando al olvido tantos papeles que de un momento a
otro cobran vida por alguna circunstancia. Hace unos años, por mi afición a la
música, preservé algunos discos de vinilo como recato a la memoria musical
nuestra y universal. En ese momento pude leer una dedicatoria en la contraportada
de un LP del cantante norteamericano Andy Williams con el siguiente título:
“Moon River and other great movie themes”, mi fatal inglés me hace presumir que
son temas de películas reconocidas. Dice la nota:
“Para ti Maruja de un
amigo”
Rafael Bottini
Maruja es una
de mis hermanas y el firmante es el mismo Rafael Bottini Marín que fuera
asesinado junto a Ramón Antonio Alvárez , el comandante Rúben, por los esbirros de la Disip comandados por el “Inspector
Basilio”, quien no era otro que el asesino llamado Luis Posada Carriles, el
mismo que hizo volar el avión de Cubana de Aviación. Fue el 2 de junio de 1972
en el gobierno de Rafael Caldera, cuando luego de haber sido secuestrado el
“Rey de la hojalata”, el industrial Domínguez por un comando de la FALN , en sendos allanamientos
a sus residencias los secuestran torturan y bajo fuerte sedación los meten en
una carro y lo estacionan en las inmediaciones de la casa del industrial en la
urbanización El Paraíso en Caracas, allí mismo ante las cámaras de televisión y
una docena de periodistas son acribillados y colocadas armas de fuego entre sus
ropas con la finalidad de simular un enfrentamiento.
Siendo yo
muy pequeño conocí a Rafael y a su hermano Federico por que venían mucho a
Margarita y se hospedaban en la casa de Nené Prieto y Aura su esposa, justo al
lado de la bodega “El Almendrón”, comadre de su mamá Elba Marín, quien fuera la
otrora dueña de la actual Residencia de Gobernadores ubicada en La Asunción. Sobre
todo Rafael se hizo amigo de mi papá, dueño de la bodega, y mis hermanas y
hermanos, muchas veces desayunaba en mi casa, de paso, es la única persona que
he visto en vida comerse un huevo frito con limón, y así todo lo que comía.
Antes de
escribir este relató conversé con mi hermana Maruja para que me aportara algún
otro dato sobre el camarada personaje, recordó guardar aun dos libros que él le
regalara aunque sin su firma: “Madre”, de Máximo Gorki y “Así se templó el
acero”, de Nikolai Ostrovski.
Así como se
recuerdan sucesos recientes hay unos pasados como el relatado que sugiere de
respuestas urgentes y los asesinos pagar por sus atrocidades, la memoria
colectiva reclama justicia.
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