domingo, 29 de marzo de 2015

LA LENGUA DESNUDA - Por la sabia ruta de la izquierda.

Por la sabia ruta de la izquierda

Juan José Prieto Lárez*


Me lo encontré hace unos días. Más sereno que tranquilo. Con más edad habitando sobre su cabeza y barba de iguales años. Con sus ojos achicados auscultaba el entorno, como siempre lo hace. Mientras muchos ajustaban su abdomen a un flux. Él llevaba una guayabera blanca con rayas azules tenues, un pantalón de guayacán, y unos zapatos amarronados de estilo casual trenzados. Junto a Cayito, fotógrafo insigne de la Gobernación del Estado rememoraba episodios de su paso por el despacho gubernamental. Se le vio jovial, relajado de las apremiantes situaciones que debió sortear como mandatario, sobre todo en tiempos duros, cuando comenzó a cambiar el país bajo el acecho golpista de quienes gobernaron este país por tanto tiempo.


Los saludos fueron incesantes como cartas en un juego que no sabría calificar, tal vez porque no soy quién para juzgar acciones ajenas. Lo que pude percibir fue que su presencia aun incomoda a algunos inseparables de la cobardía moral que los suscribe a la historia de una política menguada, sombría, acomodaticia, tal vez sea el término. En cambio Alexis Navarro, con el tiempo se ha vuelto más sabio, más próspero en su filosofía de vida, sin curvaturas en su arquitectura ideológica, con la misma jerarquía en la lucha por desafiar si habría de repetirse aquel abril. Algunos, sosteniendo su mano de espesa solidaridad le dijeron afectivamente gobernador.


Sé que no faltará un predecible malhablado que catalogue estas líneas de “mandadas a hacer”, pero no, ni es mi estilo, ni me dedico a construir andamiajes retóricos. Las dedico a valorar con quien se comparte una conversación sincera y afición por cultivar el espíritu de la literatura, la música y el cine. Facetas que escasean en los liderazgos políticos, a los que afortunadamente no tengo acceso. De allí la categoría de maestro que tiene Alexis. He oído decir que pudiera estar de vuelta a una propuesta electoral rojarojita. Ya lo estuvo, pero la manifestación de lo absurdo escogió la aventura, por consiguiente un tortazo del que se guarda un silencio conventual. Sus credenciales siguen intactas, decididas a seguir el legado de su amigo Hugo Chávez, el comandante que lo llamaba a cualquier hora de la alta madrugada para asignarle tareas subsidiadas por el talento del margariteño. Es posible que pasen muchos días para un nuevo encuentro amigable y ameno con Alexis, que sigue su ruta predicando por el camino de la izquierda.




*Periodista
elblogdepey.blogspot.com

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