El poder según
Strauss Kahn
Juan
José Prieto Lárez
Mientras toda Europa
deshojaba su destino financiero, que finalmente claudicó a la embestida brutal
de una penitente recesión, el director del Fondo Monetario Internacional, entonces,
con su bragueta desatada y ominosa, hacía gala del dinero como culto de poder.
Cualquier tugurio era refugio de sus rastreros instintos sin importarle un
bledo cualquier incendio moral de su compostura oscura, plagada de ciega
sodomía. Era el cristal del dominio sobre la debilidad humana por la carencia
medida en dinero. Así relucía su temperamento prosaico, de brotes perversos
erizando la integridad de sus víctimas.
Su prestigio era el
olor de su billetera en un mundo signado por el rostro de Jorge Washington,
símbolos éstos que acunaron un escudo poderoso sostenido por la sombra
acaudalada que hacía trizas los espíritus desheredados, convirtiendo a las
mujeres en antojo mísero, pasionario de la carne ceñida a su infortunio viril.
Con los primeros escándalos sexuales de este señor Francia se agitó al
conocerlos. El todo poderoso economista y político se había convertido en
cazador implacable de desvalidas mucamas de los hoteles donde se hospedaba
alrededor del mundo. Pero la guinda del postre en el hotel Sofitel de Nueva
York resultó tener la valentía de acusarlo por sus perversiones: intento de
violación y agresión. Se trató de una mujer guineana: Nafissatou Diallo.
Negando toda acusación las pruebas de ADN dijeron lo contrario, la delación fue
admitida.
Por tal atrocidad bajo
los efectos del alcohol y quién sabe cuántas pepas de viagra se vio obligado a
dimitir al FMI y a su candidatura a la primaria socialista de 2011para las
elecciones presidenciales de 2012. El asunto no quedó ahí y seguidamente, como
impulsadas por un resorte íntimo de audacia, otras damas contaron su amarga
experiencia amatoria con el alto ejecutivo que quiso dominarlas igual que una
factura burdelesca. La investigación siguió curso, lento como un río que lleva
en su corriente demasiada inmundicia: violación en grupo y proxenetismo son las
nuevas caras del otrora poderoso Dominique Strauss Kahn, el hombre que tocó el
fondo de sus aberraciones.
elblogdepey.blogspot.com
NOTA: QUEDA
PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O COMPLETA DE ESTE MATERIAL, SIN
CONSENTIMIENTO DEL AUTOR.
0 comentarios:
Publicar un comentario